yAnte las informaciones aparecidas en redes sociales y medios de comunicación carentes de verosimilitud y llenas de desconocimiento sobre el trabajo que desarrolla la Atención Primaria durante la pandemia, no tenemos más remedio que salir al paso de ellas y manifestar que la Atención Primaria es, ha sido y será el dique de contención de la pandemia, gracias a la gran cantidad de acciones que diariamente se hacen desde los Centros de Salud y Consultorios locales.
La Atención Primaria desarrolla diariamente tareas que van desde la salud pública a la atención comunitaria, con atención a pacientes crónicos mediante seguimiento telefónico o presencial, atención urgente, visitas domiciliarias, cobertura de las residencias privadas y públicas, labores como rastreadores y otras muchas tareas propias de este nivel asistencial. Y esto lo avala el último Informe Anual del Sistema Nacional de Salud de 2017 (último disponible con datos oficiales), donde se refleja que los 36.000 médicos de Atención Primaria (un 24 % del total de médicos registrados en ejercicio en España), que atienden 3.050 Centros de Salud y 10.077 Consultorios de Atención Primaria, realizaron 241.8 millones de consultas médicas anuales, incluyendo 13 millones de visitas domiciliarias, dedicadas a 339.45 millones de problemas de salud, y todo ello antes de la situación de la pandemia.
Desde el inicio de la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus (COVID-19), los profesionales de Atención Primaria han realizado el seguimiento de más de 900.000 pacientes con cuadro clínico probable de COVID-19 con sintomatología leve y sin prueba diagnóstica de confirmación, la mayoría de los cuales no precisaron atención hospitalaria.
Si a esto se añade los escasos recursos humanos con los que contamos, que hace que tengamos que suplir, con el mismo personal, bajas, jubilaciones y ahora las vacaciones de los compañeros ausentes, nos convierte en el auténtico muro de contención de la sanidad, evitando, día a día, el colapso del sistema sanitario.
Difundir informaciones falsas de falta de actividad solo se puede hacer desde la ignorancia o desde un interés que no acertamos a comprender, pues no es momento de restar sino más bien de sumar. Ante esto alzamos la voz y decimos “¡hasta aquí hemos llegado!”. Después de padecer y sufrir la insuficiencia de medios tanto técnicos, materiales como humanos, después de haber soportado con plantillas absolutamente mermadas, en ocasiones con centros cerrados por falta de personal, decimos ¡basta ya!. Los profesionales de Atención Primaria han trabajado por encima de sus posibilidades y han demostrado su versatilidad y polivalencia sobradamente.
Llevamos años denunciado de manera continua y casi diaria la precariedad de medios y la merma en la capacidad resolutiva, a lo que nuestros gerentes y políticos han hecho oídos sordos, manteniéndose la falta o ausencia de renovación de estructuras físicas, digitales y personales. Todo esto ha puesto en riesgo grave y evidente el modelo asistencial, con poca o nula previsión en planificación futura de la Atención Primaria, cuestión que se hace de una especial relevancia en los últimos meses, sin saber bien hacia dónde vamos ni cómo se va a suplir una financiación a todas luces insuficiente y unos déficits más que evidentes.
Los Médicos de Familia somos conscientes de que la pandemia por el SARS-CoV-2 nos ha puesto a todos al límite y que el sistema sanitario y los sanitarios nos hemos visto sobrepasados, pero siguen sin aportarse soluciones y nos seguimos viendo al límite de nuestra resistencia.
Desde la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) -con el apoyo de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME)-, queremos expresar nuestra preocupación por la evolución de la pandemia de la COVID-19 frente a la cual instamos a tomar medidas de forma urgente que reduzcan las nefastas consecuencias que se puedan derivar de la persistencia de la situación actual.
Una evidencia clara es que la lucha contra esta pandemia, en el momento actual, está basada en la prevención personal (medidas higiénico-sanitarias y responsabilidad individual), la identificación de casos para su aislamiento preventivo, y la implantación y seguimiento de medidas de protección y seguridad en el ámbito personal y laboral.
En este escenario, no cabe ninguna duda que existen una serie de actores principales, entre los que destacan el propio individuo, y su autorresponsabilidad, y los profesionales de la Atención Primaria, con los medios diagnósticos adecuados y personal suficientes. Por todo ello, no podemos permitir que se siga sin corregir el déficit crónico de inversión, y que la exigencia de reforzar este nivel asistencial que la Unión Europea nos ha pedido, se convierta en realidad.
Estamos ante un sistema sanitario en precario, que precisa el apoyo de todos, el buen uso de la población, la dedicación de los profesionales, más allá de las divergencias derivadas del desconocimiento del funcionamiento de una parte importante del sistema y la reclamación conjunta del refuerzo de plantillas y recursos. Es hora de invertir en los sistemas sanitarios y también en Atención Primaria como parte principal del sistema, y es una irresponsabilidad no hacerlo u olvidarnos, una vez más, de la Atención Primaria. Estamos en agosto, si esto sigue así y no se planifica será un error que llevará el nombre de cada una de las víctimas que se produzcan y una vergüenza nacional.
Las sociedades firmantes del documento nos ponemos a disposición del conjunto de las sociedades científicas y de la Administración sanitaria para buscar soluciones conjuntas que reconduzcan la situación y ayuden a mejorar el funcionamiento del sistema sanitario, incluida la gestión de esta pandemia, dejando a un lado los intereses individuales o societarios ya que solamente desde la unidad, el conocimiento y la unión de toda la profesión médica conseguiremos ser un colectivo unido en la adversidad, pero con un objetivo común.