Compartimos y suscribimos el comunicado de la semFYC con motivo de la celebración del Día de la Medicina de Familia
Cada 19 de mayo, la totalidad de profesionales que conformamos la especialidad de la Medicina Familiar y Comunitaria celebramos el Día Mundial de la especialidad. Es un día para reivindicar el papel vertebrador de la especialidad en cualquier sistema de salud moderno.
En esta edición, la celebración del Día de la Medicina de Familia viene marcado por la terrible pandemia provocada por el SARS-Cov-2 a la que hemos tenido que hacer frente como sociedad, como sistema de salud y como médicos. Nuestro día a día se ha visto trastocado hasta tal punto que es previsible que las cosas no vuelvan a ser como eran.
A lo largo de estos meses, la MFyC ha sido capaz de adaptarse a las nuevas necesidades, en tiempo récord, y asumir el reto de dar continuidad asistencial a los pacientes con enfermedades crónicas, mantener las consultas indemorables y, por supuesto, atender a los pacientes afectados por coronavirus y a sus familias.
En toda esta pandemia, la Medicina de Familia ha sido la especialidad escondida que, oculta de los titulares, ha aportado incontables horas de trabajo silencioso para mantener la base de la curva. Ha llamado la atención mediática el montaje de hospitales de campaña, pero no lo han hecho los millones de consultas a distancia que se han llevado a cabo. Han brillado más los gestos que los hechos.
Así que hoy es el momento de agradecer el trabajo que cada uno de estos especialistas escondidos ha realizado. Las y los especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria:
- Han trabajado para mantener a un gran número de pacientes infectados por SARS-Cov-2, sin acceso a test, confinados en sus casas, cortando así las peligrosas líneas de contagio comunitario. La especialidad se encuentra en la base del #Quédateencasa
- Han sido responsables de mantener aplanada parte de la otra curva, la de la incertidumbre de muchos pacientes de riesgo a los que, mediante seguimiento telefónico o domiciliario, aportaban ese otro soporte frente al miedo.
- Han estado, y aún están, presentes en dispositivos de urgencias, consultorios rurales, e incluso desplazados en los hospitales de campaña, algo que han llevado a cabo con profesionalismo, vocación de servicio y total compromiso con el Sistema Nacional de Salud, aunque no creyeran en la viabilidad de tales dispositivos, en tanto han sido elementos que han desmembrado la propia red natural de la Atención Primaria de nuestro SNS.
Y por todo ello, como Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria queremos:
- Agradecer a todos y cada uno de las y los médicos de familia su total compromiso con los pacientes, las familias, la comunidad y el Sistema Nacional de Salud.
- Alertar sobre la desprotección a la que algunos especialistas de medicina familiar y comunitaria se han visto y aún hoy se ven expuestos. Tenemos que lamentar el terrible coste en vidas que ha supuesto esta pandemia para nuestros compañeros, y es que España ha sido el país más azotado por los contagios entre profesionales sanitarios. Hemos reclamado que nuestros profesionales tuvieran acceso a los equipos de protección necesarios para hacer frente a los riesgos de la COVID-19. Sin embargo, los domicilios (espacio natural de atención de los MFyC) todavía no han sido reconocidos como espacio de alto riesgo sanitario hasta muy avanzada la epidemia.