Posiblemente sobraban banderas, pero ayer se vio una impresionante manifestación en Vigo, en la que unas 40.000 personas marchaban únicamente detrás de un lema: “Por una Atención Primaria digna”.
Llevaban esa pancarta los MÉDICOS DE FAMILIA (así con mayúsculas) que no pudieron aguantar más el deterioro en nuestras condiciones, no ya de trabajo, sino de servicio a nuestros pacientes, el verdadero fin de nuestra noble profesión.
Allí estábamos, mostrando nuestro apoyo y compromiso, médicos de todas las áreas de Galicia, médicos de los PAC, sanitarios de todas las categorías y un gran número de ciudadanos sin color político, que entienden que la atención primaria es cosa de todos, y que los recortes en la misma disminuyen sus derechos y su salud.
Emocionó oír sus aplausos al pasar y sus muestras de apoyo y cercanía. Aplaudían a sus MÉDICOS y esta vez no era por su gran esfuerzo día a día en su trabajo y sus desvelos por los cuidados sanitarios, esta vez era un apoyo a su valentía, a saber decir ¡Basta ya! a una situación insostenible.
No se reivindicaba nada para nosotros, los médicos sabemos cómo movernos por el sistema sanitario, lo que pedimos es ni más ni menos, que recursos, dignidad, respeto e igualdad de servicios al ciudadano independientemente de dónde viva. ¿Tan difícil es de entender?